La festividad de Santiago Apóstol -nuestro Sant Jaume- siempre ha revestido una especial relevancia en Elche. Fiestas y celebraciones populares nutrían una jornada vivida intensamente por nuestros paisanos. Juegos, música, pirotecnia, comensalidad… confluían en torno a una efeméride entrañable para los/as ilicitanos/as. Desde hace algún tiempo, con un calendario adaptado a nuestros días, Sant Jaume dejó de ser fiesta y, aunque trocó sus atributos en traje de faena, nunca pasa desapercibido en nuestra ciudad y su campo, donde cada veinticinco de julio -o el domingo siguiente…-, la gente continúa reuniéndose en torno a una mesa y comparte, cuando menos, una jornada lúdica en honor al santo. Los ilicitanos e ilicitanas recordamos con agrado (y nostalgia) esas reuniones con la familia y los amigos, en las faenetas o en las barracas de Santa Pola, en las que el tiempo se detenía -sobre todo para los/as más pequeños/as-, mientras los/as mayores disfrutaban del nugolet y de las habaneras.

Y aunque las fiestas hay que vivirlas, leerlas tampoco está mal… En los últimos años han aparecido diversas publicaciones sobre las fiestas y tradiciones de Elche, obras que no solo nos ayudan a recordar la festividad de Sant Jaume, sino que, además, trazan una excelente panorámica de las creencias, el ocio, las diversiones o la sociabilidad que impregnaba -y, pese a los cambios, continúa haciéndolo- la vida de nuestros padres. Los libros de Joan Castaño, Pepe Payá, Jaime Gómez Orts o el volumen colectivo Cançonetes de fil i cotó, entre otros, representan todos ellos, desde su propia diversidad, magníficos ejemplos de investigación y difusión de nuestras tradiciones más arraigadas, cuya lectura les recomiendo desde estas líneas. ¡Feliz verano!

Autor: Rafa Martínez, director del Proyecto Pusol.